Síguenos en:

Son Moix se emocionó con el recuerdo a su presidente

 

 

Emotivo recuerdo al presidente del club tras su fallecimiento. Carlos Barrón subió un centro de flores al palco desde la pista y se vivió un minuto de silencio sobrecogedor. Costó contener las lágrimas con un ambiente tan cargado y se vivió la tarde más especial que se recuerda en el pabellón.

La previa del partido frente al Córdoba Patrimonio estuvo marcada por los actos de homenaje a Miquel Jaume. Una sensación de tristeza invadió el Palau Municipal d’Esports de Son Moix y se creó una mística que encogió el corazón a todos los que vivieron el momento en el recinto. El momento más emotivo fue cuando el capitán del Palma Futsal, Carlos Barrón, cogió el centro de flores con los colores del club situado en el centro de la pista y lo subió por la grada para colocarlo justo donde se ha sentado el presidente durante los siete años que lleva el club jugando en Son Moix. Por la magafonía sonaba una pieza a piano y violín que hizo que el momento fuera simbólico, emotivo y muy sentido para la familia del Palma Futsal. El capitán dejó el centro de flores en el asiento que llevaba la funda que ha usado en cada partido el presidente.

Fue la imagen que quedó para todo el partido, con el palco vacío durante todo el encuentro y luciendo una pancarta con el lema «Gràcies, Miquel». Acto seguido se procedió a uno de los minutos de silencio más sobrecogedores que se recuerdan en el recinto, con toda la plantilla al completo abrazada en el círculo central, con María y Miquel, los hijos del presidente del Palma, en plena pista arropados por el vicepresidente del club y amigo íntimo de Miquel Jaume, Tomeu Quetglas, del director general, José Tirado, con todos los trabajadores del club y apoyados por Javier Lozano, presidente de la LNFS. En la otra parte de la pista, el Córdoba Patrimonio, que cedió el círculo central al equipo palmesano para que ocuparan la pista para rendir el tributo a su difunto presidente. Nunca antes se había vivido un momento tan emotivo en Son Moix, con un acto sencillo, simbólico y muy sentimental.

Toda la plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club llevaron un brazalete negro con el lema «Gràcies, Miquel», lema que también se proyectó en los leds de la pista durante todos los actos de recuerdo al dirigente. Además, los jugadores lucieron el nombre de su presidente debajo del escudo con el lema «sempre amb noltros”.